Establecer mecanismos para la recolección, tratamiento y reciclado de pilas y baterías primarias y secundarias usadas, en todo el territorio nacional, promoviendo la responsabilidad de productores, importadores, operadores y consumidores.
Descripción ampliada:
Es un Proyecto de Ley
para el tratamiento de las pilas y baterías después de su uso que hace hincapié
en la responsabilidad de los productores.
Se hace eco de un
reclamo de los ciudadanos que son conscientes de la necesidad de evitar la
contaminación de los suelos de vertederos y que están interesados en participar
responsablemente del sistema de recuperación.
En función de las normas
ambientales existentes, genera un circuito para la recolección y clasificación
de las pilas y sus residuos, para su posterior reciclado o tratamiento, que
utiliza la misma logística que la del circuito de venta.
El proyecto cuenta con
el apoyo de la Agencia de Protección Ambiental y de Greenpeace, sí como con la
adhesión general de Fundación Ambiente y Recursos Naturales, FARN.
Objetivos:
Establecer mecanismos
para la recolección, reutilización, clasificación, tratamiento y reciclaje de
las pilas y baterías usadas y sus residuos, promover la gestión integral de
pilas y baterías usadas y sus residuos por parte de todos aquellos que
participan en la cadena de comercialización: productores, distribuidores y
comercializadores mayoristas o minoristas; y propiciar la concientización de
los consumidores sobre los beneficios de la separación en origen y disposición
inicial diferenciada de pilas y baterías usadas.
Fundamentos:
Las pilas agotadas, si
bien, constituyen un bajo porcentaje de la composición de los residuos sólidos
urbanos (RSU) son, junto a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
(RAEE), los que mayor potencial de reutilización y reciclaje tienen en cuanto a
sus componentes, por lo tanto, requieren un manejo especial como residuo sólido
urbano.
Los ácidos, álcalis, sales y metales pesados
como el mercurio, cadmio, níquel, litio, cinc, manganeso y plomo, pueden
recuperarse a los efectos de que su mal manejo no se vuelva perjudicial
para la salud de las personas.
Las pilas y baterías si
están bien construidas, no son peligrosas, el problema surge cuando se desechan
y se disponen finalmente con los residuos sólidos húmedos: los ácidos de la
descomposición corroen la cubierta de las pilas y los componentes reaccionan
químicamente, pudiendo perder la cobertura protectora de metal.